viernes, 15 de marzo de 2013

Como ser un buen padre


Cómo ser un buen papá



Ser padres es una tarea bastante complicada, pero existen muchas formas de ser un buen papá de forma particular.

Considera tu papel como padre. ¿Cuál crees que debe ser tu rol a la hora de criar a tus hijos? Las ideas con las cuales tú fuiste criado influirán de forma subconsciente en la forma en la que te desenvuelves como padre. Algunas percepciones y preconceptos son:
  1. Primero que todo tener conciencia de la responsabilidad adquirida.
  2. El papá debe proveer techo y comida para los hijos y su responsabilidad termina allí. 
  3. Un papá no debe dar demasiado afecto ni cariño a los hijos. 
  4. Un papá debe demostrar su afecto a través de acciones y no de palabras. 
  5. Cuestiona tus propias creencias. Los puntos de vista clásicos pueden haber funcionado en el pasado, pero en este mundo de constantes cambios los niños necesitan toda la ayuda posible. Revisa si tus razonamientos tiene un buen asidero, pregúntale a tu pareja si está de acuerdo contigo o si espera que tomes un rol más cercano a tus hijos. 
  6. Respeta a la madre de tus hijos. Así estés casado con ella o divorciado, debes hacerlo. Tus niños imitarán cualquier actitud que tengas hacia ella. La forma que tengas de tratarla les mostrará que las mujeres deben ser tratadas de esa forma en el futuro. Para que ellas respeten su autoridad, debes demostrar que valoras su juicio. 
  7. Aparta tiempo para tus hijos. Muchos padres dejan de lado muchas oportunidades para pasar tiempo con sus hijos por diferentes razones. Ya sea el trabajo, un nuevo objetivo en la oficina y otras cosas que se cree beneficiarán indirectamente a los niños. Sin embargo, recuerda que una vez que la oportunidad ha pasado, no existe vuelta atrás. La niñez es una época muy corta así que trata de que sea la mejor experiencia tanto para tí como para ellos. Es posible que te sientas muy cansado y que tienes otros asuntos que se llevan tu tiempo, pero ¿Quiéres que tus hijos te recuerden como una persona extraña en sus vidas? Si no estableces una relación cercana con tus hijos a una edad temprana, en el futuro, será aún más difícil hacerlo. En este tiempo necesitarás esta relación pues tendrás la necesidad de que sigan tu consejo. 
  8. Gánate el derecho a ser escuchado. Los padres que solamente pasan tiempo con los hijos cuando se enojan con ellos no están mostrando una actitud diferente acerca de escuchar y comunicarse con los hijos. Los padres cuya única acción es disciplinaria son temidos, no respetados. Los niños en este contexto son más propensos a mentir, engañar, robar. 

Cómo ser un padre excelente


 El ser padre es una de las experiencias más gratificantes que una persona puede tener. Parece que existe un instinto natural, que aflora cuando se es padre por primera vez. Sin embargo, lo más importante que cualquier padre puede hacer por su hijo es, hacerlo sentir amado, y la segunda, recordar que no se tiene que ser infalible para ser un padre "perfecto". Aquí hay pequeños consejos que pueden ayudar cuando se toman decisiones en los años que van creciendo.

Expresar amor y afecto.

Un abrazo suave, un poco de estímulo, un reconocimiento de lo que está haciendo, una aprobación o, incluso, una sonrisa, puede hacer mucho para impulsar la confianza y el bienestar de tus hijos. Lamentablemente, muchos niños buscan este tipo de aceptación en sus compañeros (que no están en absoluto preparados para aprobar o desaprobar una conducta).

Diles que les quieres todos los días.

Abrázalos y bésalos a menudo.

Quiérelos incondicionalmente, no les obligues a ser cómo tú piensas que deberían ser para ganar tu amor. Hazles saber que tú siempre lo amarás haga lo que haga, y sin importar por qué.


Escúchales

Expresa tu interés en tus hijos, e involúcrate en la suya y en su vida.

Crea una atmósfera en la que le sea fácil venir a ti si tiene un problema, ya sea grande o pequeño.


Ayúdalos a sentirse seguros

Respeta su intimidad, de la misma manera quisieras que ellos respetaran la tuya. Por ejemplo, si le enseñas a tu hijo que, tu habitación está fuera de sus límites para entrar sin permiso, respeta lo mismo tú con su habitación. Deja que se sienta tranquilo, de que una vez que entran en su habitación, pueden estar seguros que nadie va a mirar en sus cajones, o leer su diario.

Incúlcale un sentido de pertenencia colgando fotografías de cada uno de la casa, así como familiares.

No discutas con tu esposa delante de los niños. Si están durmiendo, discutid en voz baja. Estudios serios hechos sobre este asunto, llegan a la conclusión de que los niños se sienten inseguros y temerosos cuando oyen las discusiones de sus padres. Además, los niños aprenderán a discutir unos con otros de la misma manera que han oído discutir a sus padres. Enséñales que cuando las personas no están de acuerdo, pueden discutir sus diferencias de manera pacífica.


Evita el favoritismo. Las encuestas han demostrado que la mayoría de los padres tiene algún hijo favorito, pero la mayoría de los niños, creen que ellos son los favoritos. Si tus hijos están peleando, no tomes partido.

Abandona tus vicios: el juego, el alcohol y las drogas pueden poner en peligro la seguridad financiera de tu hijo.Si a pesar de ello fumas, hazlo en un lugar donde no molestes a los demás, por ejemplo en el balcón o en la calle. Fumar va en contra de la salud de tu hijo. El humo de segunda mano se ha relacionado con varias enfermedades respiratorias en los niños. También podría contribuir a la muerte temprana del fumador. El alcohol y las drogas también podrían además introducir peligros para la salud, o el aumento de la violencia en el ambiente familiar.

Proporcionales orden.

Establece límites, tales como ir a la cama, o tiempo para ver la televisión, así, ellos aprenderán que tienen limitaciones. De esta manera, captan que es una manera de ser amado y cuidado por sus padres. Puede que sean rebeldes cuando llegan esos momentos, pero por dentro sabe que sus padres los aman y están pendientes de ellos.

Desarrolla su responsabilidad, dándoles puestos de trabajo, o "tareas" que hacer, y, como recompensa por los trabajos extra, dales algún tipo de privilegio (dinero, toque de queda ampliado, tiempo de juego extra, etc.) Como "castigo" si no hacen los trabajos que tienen encomendados, revocad el privilegio correspondiente. Incluso el más joven de los niños puede aprender el concepto de recompensa / consecuencia. A medida que su niño crece, darles más responsabilidades y más recompensas y consecuencias por no completar las responsabilidades.

Enséñales lo que es correcto y lo que no. Tanto si eres religioso como si no, llévalo a un colegio donde enseñen respeto y tengan normas morales positivas. En cualquier caso, no seas hipócrita, o estate preparado para que tu hijo te diga que hay que "practicar lo que se predica".

No hagas tú, como cosa general, las cosas y tareas de tus hijos, para que ellos aprendan a hacerlas por sí mismo. Si llevarles un vaso de agua a la hora de ir a la cama, es una manera de adelantar el tiempo para que se duerman, no lo hagas con tanta frecuencia que sea una costumbre y no se duerman ninguna noche hasta que se lo lleves.

Sé un modelo y ten responsabilidad a la hora de beber. Explícales que ellos tendrán que esperar hasta que tengan edad suficiente para disfrutar de una copa con los amigos, y habla de la importancia de designar entre los que van a viajar juntos en un coche quién es el que va a conducir, para que no beba nada que contenga alcohol. Si no se hablan estas cuestiones en la primera ocasión que se presente, puede contribuir a una experimentación peligrosa. Una vez más, si no se hace lo que se dice, su hijo, con toda probabilidad, hará caso omiso de sus consejos.


Elogia a tus hijos

Evita comparar a tus hijos con otros, especialmente los hermanos. Cada niño es individual y único. Celebra sus diferencias, e inculca en cada hijo el deseo de perseguir y luchar por sus intereses y sus sueños. Si no actúas así, tal vez puedes infundir en tu hijo un complejo de inferioridad, es decir, la idea de que nunca podrá ser lo suficientemente bueno a tus ojos.

Enséñales a tus hijos que ser diferentes es bueno para ellos, sin tener que seguir a la multitud por obligación. Enséñeles la diferencia entre el bien y el mal cuando todavía son jóvenes, y así ellos (más a menudo que no) serán capaces de tomar sus propias decisiones, en lugar de escuchar a los demás.

Recuerda que tu hijo no es una extensión de ti mismo. Tu hijo es una persona bajo su cuidado, no una oportunidad para que puedas revivir tu vida a través de ellos


Evita la crítica, centrándote en el comportamiento

Cuando tu hijo actúa de una manera perjudicial y rencorosa, hay que decirle que esa conducta es inaceptable, e intentar sugerir alternativas. Evita frases como: "Eres malo". "¡Vete!", etc.

Sé asertivo, sin embargo, cuando tengas que señalar lo que ha hecho mal. Se severo, pero no te enfades cuando le digas lo que esperas de él.

Evita la humillación pública. Si se portan mal en público, llévalos aparte, y regáñales en privado.

Modela la conducta y el carácter que esperas que adopten tus hijos, y vive según las normas que has establecido. Ponles ejemplos, además de explicaciones verbales. Los niños tienen una tendencia a convertirse en lo que ven y oyen, a menos que hagas un esfuerzo consciente y concertado para romper el molde.


Sé consistente

Aplica normas que se aplican a todas aquellas personas que llevan una vida feliz y productiva, aunque no sean como tú. No sólo las reglas de lo que sería tu persona ideal.

Haz cumplir las mismas normas todo el tiempo, y resístete a los intentos de tu hijo para hacer excepciones.

Controla tu temperamento.

Comunícate con claridad. Los niños deben estar muy familiarizados, y ser muy conscientes con las consecuencias de sus acciones. Si tú les das un castigo, asegúrate de que entiende la razón y la falta. Si no puedes explicar la razón por la que no actuado correctamente, el castigo no tendrá los efectos disuasorios que deseas.

La vida es una gran maestra. No seas demasiado rápido para rescatar a tu hijo de los resultados y problemas de sus propias acciones si las consecuencias no son demasiado graves. No les protejas demasiado de que puedan pegarse un pequeño golpe: es bueno que aprendan por sí mismos qué cosas pueden doler, y qué cosas tienen que evitar


Pasa tiempo con cada uno de tus hijos individualmente. Trata de dividir tu tiempo con igualdad, si tienes más de un hijo.

Dedica un día cada equis tiempo para ir a un parque, a un parque temático si lo hay en tu ciudad, a ir a un museo o biblioteca en función de sus intereses y su edad.

Asiste a las funciones teatrales escolares. Ponte a su lado en los trabajos caseros por si te necesitan. Visita a su maestro cuando sea necesario. Incluso si eso significa tomar algún tiempo del trabajo. Recuerda que los niños crecen rápido, y pronto andarán por su lado. Tu jefe puede o no puede recordar que te perdiste aquel encuentro, pero tu hijo, con toda seguridad, recordará que tú no asististe el día que el representaba con otros compañeros una pequeña representación.


Sé un modelo a imitar. Los niños pequeños son como esponjas. Como padres somos los primeros modelos de nuestros hijos. Presta atención a lo que dices o haces estando al lado de ellos, y piensa en la clase de ejemplo que les estás dando.

¿Quiere enseñar, por ejemplo a tus hijos qué es la caridad? Involúcrate y lleva a tus hijos contigo a un comedor o albergue para desamparados, y ayuda a servir las comidas. Explícales por qué quieres hacer esos actos de caridad, de modo que entiendan por qué deberían hacerlo también.

Ayuda a tus hijos en el tema de las tareas, mediante el establecimiento de un calendario, y teniéndote a ti cerca para echar una mano en un momento dado. Si necesitas ayuda No le digas a tu hijo que haga algo, sino pídele su colaboración. Cuanto antes aprenda a ayudar, más veces estarán dispuestos a hacerlo.

¿Quieres que tus hijos te escuchen? Muéstreles que tú puedes escucharlos.

Si quieres que tu hijo aprenda a compartir, da un buen ejemplo, y comparte tus cosas con ellos.


Permíteles experimentar la vida por sí mismos, pero sin perder el control total. No tomes decisiones por ellos todo el tiempo, tienen que aprender a vivir con las consecuencias de las decisiones que tomen. Después de todo, tendrán que aprender a pensar por sí mismos en algún momento. Lo mejor es comenzar cuando tú estás aquí para ayudar a minimizar las consecuencias negativas, y acentuar las positivas.Ellos necesitan saber que sus propias acciones tienen consecuencias buenas y malas. Al hacerlo, se les ayuda a ser responsables de una buena decisión, a que sepan solucionar los, y, consecuentemente, estarán mejor preparados para la independencia y la edad adulta. No se pierda este paso crucial. Usted debe explicar sus opciones y las consecuencias de cada uno, y luego vivir con cualquier opción que se seleccione.

Pasa mucho tiempo con ellos y ámales con todo tu corazón, pero sin atosigarlos. Hay una gran diferencia entre proteger a alguien y tenerlo encarcelado.


Consejos

Si estás tratando de dejar el hábito de fumar, busca ayuda de grupo que pueda ayudarte a superarlo. Busca siempre apoyo, así tendrás alguien con quien hablar cuando comiences a poner en práctica el dejar el hábito. Recuerda que no solo te ayudas a ti mismo, sino que estás ayudando al mismo tiempo a tus hijos.

Reflexiona con frecuencia sobre tu propia infancia. Identifica los errores que tus padres hicieron, y haz un esfuerzo por evitarlos. Cada generación de padres le corresponde tomar toda una serie de soluciones sobre nuevos errores.

Realiza de vez en cuando una autocrítica de tus actuaciones, compartiendo con tus hijos tus propias autoevaluaciones.

Si te separaste de la madre o padre de tu hijo, tienes derecho a buscar el amor de nuevo, pero anteponiendo las necesidades de tus hijos sobre los demás. No debes de abandonar a tus hijos por intereses amorosos. Haz de tu hijo una prioridad cuando te cites y empieces con alguien y empieces a salir de nuevo, y no pongas en peligro a tu hijo metiendo alguien nuevo en casa que no conoces bien. Los niños necesitan sentirse seguros y amados. Si de repente se les deja fuera y no se les atiende en sus necesidades, con el fin de atender a un nuevo novio o novia, los empezarán a sentirse inseguros y abandonados. El amor es necesaria para todos, pero no a costa de la salud emocional de tu hijo. Esto también se aplica a niños mayores. Un adolescente que se prepara para iniciar su vida adulta necesita el apoyo de los padres más que nunca. No creas que sólo porque tienen casi 18 años, ya puedes dejarlo todo de su cuenta y a su cargo. Tus hijos son tuyos de por vida, y has de ayudarlos siempre que lo necesiten.

* Recuerda aquel poema de Kahlil Gibran:
Tus hijos
Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti,
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.

Advertencias

No tengas miedo de ser padre. Esfuérzate lo mejor que puedas, sé su amigo, pero nunca debes olvidar que tu eres el padre.

La educación de los hijos no se detiene cuando el niño crece. Ser un buen padre sigue siendo un papel de por vida. Pero recuerda que una vez que se conviertan en adultos, las decisiones que tomen en la vida, serán en última instancia suyas.

No hay seguir estrictamente los estereotipos de comportamiento paternal de la propia cultura, raza, grupo étnico, familia, u otro factor determinante. Por ejemplo, es un estereotipo comúnmente visto que, los padres con posibilidades económicas de algunos países de Asia, obliguen a que sus hijos alcancen resultados académicos impecables, y a tomar clases de matemáticas, música, etc. Estos estereotipos son ¡FALSOS! Cada niño es individual, y cada padre ama a su hijo de una manera. Ten en cuenta que no sólo hay una manera de criar a un niño.

No seas violento con ellos. No emplees la fuerza con ellos golpeándolos o haciéndoles daño. Eso solo causará resentimiento y se volverá contra ti. Además, podrías ser arrestado, y que a tu hijo lo colocaran al cuidado de un padre adoptivo temporal. Al mismo tiempo, si tienes varios hijos, podrían ser separados entre sí.


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